Comunicación no verbal: test para valientes

La observación es una de las herramientas más poderosas que tenemos para aprender. Lo decimos siempre en nuestros cursos de comunicación: obsérvate y observa a los otros y verás cómo tu poder comunicador crece. Parece sencillo, ¡¿no?! Pues bien, resulta que no lo es: observar tiene su arte. Y es que tenemos muy desarrollado el sentido de la audición y muy poco el de la vista. Y cuando queremos captar lo «sutil» de la comunicación no verbal… ¡difícil se torna la aventura!

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Por eso, hoy te traemos un recurso para que puedas entrenar: un test de comunicación no verbal e influencia en el entorno, extraído del libro «Leer la mente… o casi» de Beatriz Vilas. ¡¿Te animas a hacerlo?!

Observa y escoge a una persona de tu entorno personal con la que tengas mucha relación y comienza a examinar su comunicación no verbal:

  1. Pregúntales qué hizo el domingo
    • ¿Es coherente lo que dice, su lenguaje verbal, con su forma de moverse?
    • ¿Gesticula mucho cuando habla?
    • ¿Te crees lo que está diciendo o piensas que está exagerando en lo que te cuenta?
    • ¿Te mira a los ojos cuando te pregunta cómo estás? (si es que lo hace)
  2. Ahora pregúntale sobre algo que tenga contenido emocional para él y observa:
    • ¿Se tapa mucho la cara cuando habla?
    • ¿Mira para abajo o para arriba?
    • ¿Titubea en su contestación?
    • ¿Le cuesta hablar sobre sus emociones?
    • ¿Se acaricia cuando te habla?
  3. A continuación, vamos a fijarnos en su aspecto exterior:
    • ¿Cómo va vestido, de forma desgarbada, correcto, a la moda?
    • ¿Utiliza muchos colores o por el contrario utiliza solo el negro?
    • ¿Va adecuadamente vestido para la ocasión?
  4. Ahora observa lo que le influye el entorno en la toma de decisiones:
    • ¿Cómo se presenta a los demás, saluda a todo el mundo, al recepcionista en la empresa, a la señora de la limpieza?
    • ¿Es observador, curioso?
    • ¿Se comporta de diferente manera según el lugar y las personas con las que se encuentra?
  5. Seguidamente, vamos a estudiar su rostro:
    • ¿Te mira fijamente cuando habla?
    • ¿Se muerde los labios cuando escucha?
    • ¿Tiene las mejillas sonrojadas?
    • ¿Frunce las cejas a menudo?
    • ¿Tiene micropicores, eso es, picores por todo el cuerpo, en las cejas, en las orejas?

 

¡¿Has hecho el test?! ¡¿Has pedido que otro te lo haga a ti?! ¡¿Qué resultados has obtenido?! Esperamos que nos cuentes tu experiencia…

 

 

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