Hay que salir de la oficina. Eso está claro, nadie lo discute. Salimos para buscar nuevos contactos, para aprender, para estar a la última. Salimos para airearnos y despegarnos de nuestra silla que tan acostumbrada está a sentir nuestras espaldas durante 8 horas al día. Y eso está muy bien, sí, pero ¡¿a qué eventos vamos?! Llegado el fin de año, proponemos sincerarnos y responder a las siguientes preguntas sin complejos:
¿Cuáles son las razones por las que vas a eventos?
- Para romper la rutina / para salir del despacho.
- Para ir a descubrir nuevas ideas.
- Para hacer contactos.
- Para ir a «despotricar» sobre lo que estás viendo.
- Otros.
¿A qué tipo de eventos vas?
- A los de tu «tribu sincera»: a la que realmente perteneces.
- A los de tu «tribu errónea»: a la que no perteneces ni quieres pertenecer pero… ¡es lo que hay!
- A los de tu «tribu soñada»: a la que no perteneces… ¡aún! Pero todo llegará…
- A los que no sabes a qué tribu pertenecen ni te interesa saberlo…
- Otros
¡¿Te cuesta hacerte a una idea con esas preguntas?! Vamos a ver algunos ejemplos que quizás te aclaren el panorama:
¿Cómo te encuentras cuando estás en el evento? ¿Cuál es la frase que te dices?
- «Que bien, al fin aquí. Llevo días esperando este evento».
- «En fin, había que venir».
- «Vaya pérdida de tiempo. ¡¿Para qué vine?!»
- «Es la última vez que vento».
- Otros.
¿Qué opinas de la gente que da las charlas? ¿Y de los asistentes? ¿Cuál es la frase que te dices?
- «Menudos cracks».
- «Menudos carcas».
- «Esto es una bolsa de gatos».
- No piensas en quiénes están ahí, te arrimaste al del costado y ¡fiesta!
- Otros.
¡¿Ya estás en situación?! Todo esto era un precalentamiento para nuestro discurso pre-navideño acerca de los eventos. Y es que cada vez es más importante ir a eventos, sí. Pero más importante aún es definir a qué eventos debemos ir y con qué objetivo.
Ante esto, tenemos la tríada del «poder» y es que alguna de estas tres condiciones tiene que darse para que salgamos de la oficina:
- El ponente al que vamos a ver vale la pena al 100%: motiva, inspira, enseña.
- Los asistentes al congreso son personas muy pero que muy interesantes, con las que nos apetece mezclarnos.
- Es un foro ideal para mostrarnos, sacar tarjetas, dar pie a nuevos cafés y nuevas colaboraciones.
¡A veces, se juntan todas y eso ya es como ganar la lotería!
Así que, dicho esto, para el año 2015 te proponemos que:
- Vayas a eventos en los que los ponentes sean buenos. Asegúrate de ello en la medida de tus posibilidades. Pide referencias. Consulta a colegas y consulta en la web (sobre todo en Linkedin)… ¡¿merece la pena ir a oírlo/a?!
- Te preguntes siempre si irán tus referentes, tus mentores o aquellos a los que «repeles». Si eres capaz de responder a esto, sabrás si merece la pena a ir. Y podrás evitar pedirle «peras al olmo».
Cuando eliges a qué evento vas, no solo estás eligiendo eso. También estás diciendo quién eres y quién quieres ser.
- Averigües en qué foros te sientes cómodo para «mostrarte». ¿Prefieres dejar tarjetas o exhibir tu punto de vista? ¿En qué situación «sumas puntos»? ¿En qué situación seduces mejor?
Saber en qué situación logramos ponernos en valor como profesionales es vital: en qué foro y de qué modo.
En síntesis, ¡aprovecha tu tiempo! ¡no te pasees por ahí sin fin alguno! Reflexiona y piensa cuál será tu política de eventos para el 2015. Y para empezar a ejercitar, visita nuestra agenda y plantéate qué vale la pena hacer antes de que termine el año www.socialcooking.es/agenda