Directa desde Buenos Aires, llega María Cibeira. Escriba de oficio, tiene entre sus manos desde prólogos para libros y publicaciones hasta folletos. Le encanta nadar en el mar y remar en bote de madera en el río. Pero sobre todo disfruta de los amigos y de un buen vino en invierno, para el verano prefiere la cerveza helada.
¿Cómo te gustaría que te definieran en una línea el día de antes de jubilarte?
Como a una persona que fue una buena compañera de trabajo pero creo que voy a trabajar toda la vida con lo cual si la jubilación es un retiro del trabajo será de uno específico pero no del trabajo como concepto. Hay mucha cosas para hacer en este mundo, uno puede trabajar siempre, cambiar de trabajo, trabajar de otra manera.
¿Cuál es tu sueño perdido? ¿Por qué lo diste por perdido?
Todavía los tengo a todos. No tengo sueños perdidos. Tengo sueños que fueron cambiando con los años.
¿Cuándo sientes que el tiempo desaparece? ¿Haciendo qué?
Escribiendo a veces, cuando hay buenos encuentros, cuando me rio, cuando veo una buena película o leo un buen libro.
¿Cuál es el «fantasma» que te acompaña cuando vas a empezar un proyecto nuevo?
El miedo a no animarme. Pero yo soy cobarde que avanza.
¿Qué ingredientes necesitas para crear nuevas ideas?
Paz de espíritu y la necesidad de volver a mirar algunas cosas desde otro ángulo, de otra manera, de ahí aparecen mis ideas. También me parece importante creer en lo sorpresivo. Pero para que eso ocurra paradójicamente uno debe andar alerta, cultivar un estado de búsqueda.
¿Cuál ha sido el cambio más grande que has hecho en tu vida?
No hay uno, me han pasado dos o tres cosas en distintos momentos de mi vida que han marcado un antes y un después.
¿Cuál ha sido tu gran metida de pata? ¿Qué has aprendido de ella?
Una muy grande pero muy personal, tal vez no pueda contestarte esta pregunta, todavía aprendo, no me permite dejar de aprender.
Si te dijeran que el mundo se acaba, ¿cuáles serían las 5 cosas que no dejarías de hacer?
Abrazar a mi hijo y a mis amigos. A cada uno le diría cuánto lo quiero y agradecería a cada persona que amo en lo que me dio y me despertó, viajaría, me reiría todo lo que fuera posible, trataría de ayudar a otros y como soy yo miraría mucho , observaría paisajes y cielo y todo lo bello del mundo para poder despedirme. Lo peor que me puede pasar es irme de un lugar sin poder tener ese momento a solas para despedirse.
Un libro que no puede faltar en la biblioteca de todo profesional
La literatura es lo que no le puede faltar a nadie en su biblioteca, tenga la profesión que tenga. La ficción que enriquece y hace pensar.
Una canción que te motiva…
A Little prayer for you cantada por Aretha Franklin.
Mi lema es…
Tirá para que no afloje
¿A qué persona imprescindible de tu vida te gustaría decirle ahora «gracias»
No hay una, hay varias, quienes me acompañaron en uno de los momentos más difíciles de la vida. Desde amigos a terapeutas.